Tango que me hiciste tuyo,
tomándome en un abrazo,
acabando mi vida solitaria.
Tu fuelle lamentoso,
acompaña mi respiración,
erizando mi piel con sus violines
largos y melodiosos.
Cuenta mis pasos el piano forte,
retumban en mi corazón,
ese bajo que enérgico
vibra sus cuerdas.
¡Oh tango! que me hiciste tuyo,
eleva mi sentir, trasciéndeme,
acompáñame por siempre.