martes, 28 de abril de 2020

Femicidio: flores cortadas.

En cada despertar visito el jardín, 
para encontrar las flores cortadas.
Algunas tenían sus capullos sin abrir,
otras habían lucido hermosamente sus pétalos.
El sol, la lluvia y la tierra abonada,
les habían brindado su riqueza.
La maldad vino una noche tenebrosa,
con sus tijeras de la muerte y la tortura.
Las cortó, las pisoteó y desparramó sus pétalos,
esparció las plagas sin control.
La crueldad es enemiga del jardín de las flores,
nos roba sus aromas y colores, su candor y alegría.
Cada día, lloraré cada rosa robada,
cada jazmín que ya no perfuma,
cada orquídea exótica que ya no habita.

domingo, 26 de abril de 2020

La vida encierra en misteriosos capullos,
transformaciones, maravillosas y bellas.
Con el pasar de los días y las horas
contadas lentamente, un suspenso latente,
una espera que no obedece ritmos agitados,
desarrollan dentro de si la magia del color,
la delicadeza de las formas y las texturas.
Las bellas flores exhibirán sus hermosos pétalos,
inundando el aire con su aroma y alegría.
Las mariposas extenderán sus alas dormidas,
volarán en grupo, armando una fiesta en el cielo.
La belleza es efímera y la transformación es lenta.

miércoles, 22 de abril de 2020

Este fuelle entrecortado,
como el llanto que reprimo,
estas agudas cuerdas parecen
exponer más las heridas,
cuando el piano toca gravemente
el dolor profundo que duele.

Tango mio y de los bohemios,
canta mis cartas y mis desdichas,
entregado y abrazado a una mina,
nos consolamos mutuamente,
y si al recordar nos asalta el llanto,
juntos encontraremos sosiego.

martes, 21 de abril de 2020

Al borde del muelle y mirando hacia el mar,
se encuentra el poeta, observando perplejo el oleaje,
la cadencia romántica de las ondas espumosas,
sinuosas como los de su oscura cabellera
que vuela con el viento que sopla incesante.

Vuelve al origen, donde todo se borra
se inicia un largo ejercicio de recordar lo olvidado,
de experiencias y saberes, de amargos desengaños,
de dulces encuentros, de odios y amores intensos,
como un espiral sin fin que atraviesa la oscuridad.

Este punto cero o infinito, de galaxias lejanas,
donde un alma sensible y melancólica,
se refleja en el espejo turbio de la memoria,
donde cada ola rompe la imagen efímera,
descubriendo otras realidades y vestigios de sí.

La sal conserva la materia, como los paisajes,
los olores, las melodías y los sabores preservan
en la memoria, las lágrimas y las risas,
en este mar de noches tormentosas y de albas en calma,
el poeta escribe tangos, bitácoras de amor.



jueves, 16 de abril de 2020

Recuerdo el pasado con júbilo,
recorro cada camino transitado,
las hermosas compañías,
extensas charlas bajo el sol y la luna,
las aventuras bajo la lluvia,
¡oh! dicha plena de vivir.

Agradezco cada momento,
de dolor y gozo,  de odio y amor,
en este frenesí de existir,
cada experiencia es un capítulo
escrito entre risas y llantos,
perdurando el dulce sabor.

miércoles, 15 de abril de 2020

La cabellera y la barba plateadas,
rastros del tiempo vivido,
ojos claros como el cielo más puro
en un día soleado, me miran con calidez
acompañados de su tierna sonrisa,
inspirando este amor que nace
como la planta silvestre,
en este lecho arduo y rocoso.

La vida en su misterioso rodar,
lo ha traído a mi orilla,
como hoja que cae a la corriente,
recorriendo a lo largo del rio,
como barquillo improvisado
que salva la vida de un ser,
una hormiguita viajera,
rescatando la vida y el amor.



lunes, 13 de abril de 2020

Cantan mis versos paganos
odas y elegías a la naturaleza,
en estas apacibles tardes otoñales
que acentúan esta melancolía,
esta triste y romántica manera de ser.

Rondan en mi mente estas líneas
susurradas a mi oido por la soledad,
compañera y testigo de mis sueños,
de alucinaciones y tribulaciones,
en esta transición, larga e incierta.

Cada imagen, cada palabra,
merodea como zorro en el bosque,
o emprende el vuelo como el ave
que huye hacia el horizonte,
donde el futuro se desvanece.

Expresar confusamente, llanto y júbilo,
como torbellinos inesperados
que levantan las hojas del suelo,
donde la vida aguarda y permanece,
reinventándose en un nuevo amanecer.









OTOÑO

Lluvia de abril, calma y serena,
humedece este suelo
que empieza a cubrirse
y vestirse de gala,
con las hojas doradas
ofrecidas por los árboles.

Contrasta el ocre y rojo bemellón
con el azul claro del cielo,
reflejado en los acuosos espejos,
de las ondulaciones del terreno,
nutrido y cobijado en otoño,
luce romántico su alfombra vegetal.

Anuncian tus frescos días,
la gélida oleada invernal,
ofrece tu grano dorado,
tus cosechas y flores tardías,
atraviesan el cielo las aves migratorias,
y las criaturas, cobijo buscarán.




viernes, 10 de abril de 2020

Vuelve a recobrar sentido la vida,
la diversidad en todo su esplendor
recobra sus sonidos, sus colores,
su lugar, el hogar de mis hermanos
todos ellos confinados y amenazados,
inundan con su alegría extrema
este paisaje tan divino.

Vuelve la autenticidad de la vida,
al desaparecer los espejismos
y los artilugios que desorientan,
se desvanece la sofocante nube,
que ocultaban las altas cumbres
y las luces que ya no brillaban
hasta el crepúsculo de nuestra era.

Vuelve desde el origen de la vida,
a renacer las pequeñas criaturas,
que perseguidas y amenazadas estaban,
disfrutan de la tranquilidad y la paz
ondulantes huellas sobre la arena,
pequeñas burbujas en las aguas,
trepidantes sonidos de galopes.


jueves, 9 de abril de 2020

De repente se escucha el viento
que mueve las ramas y sus hojas,
y las aves confiadas silvan y cantan,
a todo pulmón, jugando en el aire,
en el espacio que es suyo.

De repente la luz cálida incide
en las superficies y volúmenes,
adornando con cada color de la paleta,
con los cuales se vale la naturaleza
para pintar estos paisajes tan únicos.

De repente los aromas de las flores,
y de la hierba mojada por la lluvia,
perfuman el aire puro que se respira,
esta fragancia que todo posee,
parece ser una caricia que perdura.




domingo, 5 de abril de 2020

Descubrir en cada soplo de brisa
los susurros de la madre natura,
distinguir en cada perfume,
las notas aromáticas de las flores,
y disfrutar de la tersura del pelaje
de las criaturas más hermosas.

Debo tanto a la vida por este viaje,
que le canto a ella en palabras,
tan insuficientes para describir
a la más perfecta belleza imaginable,
a la más sublime de las experiencias
que un simple cuerpo puede explorar.

sábado, 4 de abril de 2020

Tu, ser humano que vagas entre las tinieblas,
nubes espesas y tóxicas,
que nadas en el lodo de la inmundicia,
te atreves en tu arrogacia necia,
corregir o enderezar,
la curva de la hermosa vida,
tu que aplanas voluptuosas superficies como la tuya,
para acomodar tus artificios paganos.
Tu que destinado estas a tropezar varias veces con una misma piedra,
tu que en tu osas llamarte centro de la creación,
tu que no brillas como el sol que nos irradia día a día.
Tu que oscureces con tu humo sucio el cielo limpio y puro,
tu que al igual que todas las criaturas,
nutrirás con tu restos, este suelo que explotaste con codicia.
Sangre que corre inútil
en esta tierra generosa y fértil,
que ocultas bajo tu lecho verde
los cuerpos de tus hijos sacrificados,
por el terror tirano
quien montado en bestias,
esparce su legado de maldad siniestra.
Oh país! país sin razón.
Oh país! país cegado por el odio.
Oh país! país sin amor por el prójimo.
¿Que credos e hilos de metal
te manipulan como títere payaso?,
Encontrarás tu paz y tu orgullo,
cuando tus propios hijos te hayan librado.
Rumor de manantial
agua cristalina y pura,
que corre entre las rocas,
la naturaleza y su ritmo,
me transporta como hoja seca
que cae y arrastrada,
se une al universo,
este mágico mundo,
cuyas fórmulas secretas,
perduran en el tiempo.

Rumor de manantial,
agua que de las entrañas
brota alegre y sinuosa,
recorre bailando sobre el suelo,
música melodiosa y apacible,
me hace levitar como espora
esparcida en el aire,
como promesa de futuro,
que un suelo fecundo,
nacerá en este lecho.

Rumor de manantial,
agua de vida derramada
desde el cielo
aumenta su caudal,
instrumento fuerte
que retumba en este valle
donde como animal silvestre
recorro todos sus recodos
con la libertad que dicta
la sábia naturaleza.


jueves, 2 de abril de 2020

Blanco papel sin manchas,
sueña en su espacio níveo,
la mancha que lo salve
de su esterilidad aterradora,
de su inmaculada realidad,
ser liberado y reinventado,
para renacer en el color,
en esa piedad de la luz
al atravesar un cristal.

Ausencia que asfixia,
ya que al partir se robó el aire,
ahogando su cuerpo en la pena,
tan profunda como un abismo,
que la sensatez no atisba su fondo,
ahí donde el aire enrarecido
contamina e intoxica 
sumiendo todo en el dolor.
Ya atraviesan los cristales.
la luz que proyectan las sombras
en este suelo con memoria,
donde se pasean los fantasmas,
espectros de las cosas y no cosas,
de los seres y no seres,
donde se barren las huellas
y las historias sin testigos,
pero este suelo vivo,
los tiene guardados celosamente
en su diario del ayer.





miércoles, 1 de abril de 2020

Serán estas canciones románticas,
las historias olvidadas,
en la mundana vida que sucumbió,
como un barco a la deriva,
los sobrevivientes relatan,
que los rescató el amor.

Dirán que son mitos y leyendas,
los cuentos fantásticos,
que la frivolidad opacó,
en su falso brillo de metal
que esconde tanto vacío y desazón,
esparciendo la peste del dolor.

Recordarán las epopeyas,
los escritos inspirados,
en los héroes acorazados,
armados de nobleza y valentía,
de sentimientos sinceros,
para recobrar nuestro humano calor.








Parece que fue ayer..

Parece que fue ayer que partiste
dejándome en todo mi ser,
una sed insaciable por vos,
de tenerte conmigo, abrazados,
dos vidas unidas por deseo y por amor.

Parece que fue ayer que te alejaste,
usurpando mis sueños y pensamientos,
y esta sed que no calmo,
la apago con el vino,
ese que un día compartimos tú y yo.

Parece que fue ayer que desapareciste,
en un horizonte cubierto de espesas nubes,
sediento estoy aún por vos,
como un árido desierto que espera la lluvia,
para florecer y reverdecer.
Quien diría que saborearía tus besos
y estos supiesen a cerezas dulces,
y el perfume de tu carne
a flor de azahar en mi primavera.

¿Dónde estoy? aquí en tus brazos,
regocijado, descubriría quien sos,
el secreto de tus ojos develado,
tras horas de mirarlos con devoción.

Porque las ganas y el deseo,
son tan fuertes como un imán,
que atraen a los cuerpos solitarios
desahogando en el otro sus pasiones.

Cuanto valor hay en los encuentros,
donde el sudor y los cuerpos agitados,
comparten instantes álgidos y fervorosos,
en una montaña rusa de climax y paz.