jueves, 9 de mayo de 2013

La Vida



Poesía a la Vida

Sobre el muro de los lamentos
De cúpulas de mezquitas,
de cruces de campanarios y templos lejanos
Hay un horizonte que subraya
La verdad más infinita,
El respeto a la vida

Donde coexiste lo material e inmaterial
El momento donde las tangentes se unan
 Allá donde el espacio se curva
Basta una onda, una partícula
Para que ocurra la magia
Esa ley no calculable llamada vida

En el confín de los mares y océanos
Camuflado entre lo verde y lo terráqueo
Hay aún especies no descritas
Entre las líneas taxonómicas y científicas
De humanos inquietos y fascinados
Por ese secreto divino, la Vida.

Nacer y morir, aparecer o desaparecer
Surgir o hundir, gozar o sufrir, amar u odiar
Son sucesos naturales aún sin explicar
Por el pequeño envalentonado predador
En ese afán existencial de dominar
El delicado balance de la Vida.

Aún cuando la creación sea destruida
A pesar que lo joven, envejezca
Que la muerte se lleve lo amado
Y la crueldad, no conozca justicia
Siempre habrán buenas nuevas noticias
Cuando de la adversidad, sale gloriosa la Vida.

Más allá de la bóveda celeste conocida
Hay otros mundos, espacios  inimaginados
Realidades que superan nuestra acotada vista
Quizás otras especies, otras formas, otros seres
Que habitan paralelamente, las dimensiones perdidas
Pero su existencia deriva de la misma fuente, la Vida.

Siempre que el auxiliador llegue
A calmar el dolor de un herido
Que de la planta brote una flor, un fruto
Cuando al acariciar el pelaje de un amigo
Tranquilidad y paz inmensa nos trasmita
Habrá un motivo para existir, La Vida.

Mientras haya un ser inspirado en ella
Que exista un pastor, un labriego, un jardinero
Y el sonido se transforme en música y canto
Del espectro se materialice un color buscado
Cuando el vacío y el volumen nos sorprendan
Habrá siempre una musa invocada, la Vida.