lunes, 31 de enero de 2022

La concha de caracol.

Toma en sus manos la caracola,

calcárea maravilla, hogar abandonado,

escudo y camuflaje.

Una extraña emoción la embarga,

al escuchar las brisa del mar

grabada en su interior.

Desea imaginar que son criaturas,

seres fantásticos que cantan

y susurran desde el fondo del mar.

Y con ese murmullo de olas,

se sumerge en las profundidades

descubriendo tesoros y naufragios.

Recorrerá los arrecifes de coral,

nadará junto a peces de colores,

y hallará la perla para su collar.

Descubrir y soñar la inmensidad del mar

en una concha de caracol.



Truenos de fuego para mutilar y callar

las voces de protesta y condena.

Los líderes de la comunidad enfrentan

con valentía y coraje en el reino del miedo.

Desaparecen en el olvido colectivo,

venciendo de antemano las luchas justas.

En un eden generoso llamado Colombia.,

las fuerzas oscuras ordenan y gobiernan.



sábado, 29 de enero de 2022

El viento trae murmullos, lamentos y suspiros,

de vidas pasadas, tantos recuerdos y añoranzas.

Así desprendido de todo, con su llanto seco,

recorre las calles dejando atrás el puerto.

Reconstruirá su vida en tierras lejanas,

encontrará consuelo en otros brazos.

El lejano forastero ha escuchado un violín,

un bandoneón, un piano y el tango se apoderó de él.

Milonga, vieja milonga.

Los pasos marcados en el parquet,

los años de gloria de la tradicional milonga,

que siempre acogía como madre de la noche

a todos sus hijos de la bohemia,

esos que entregados al abrazo

encontraban consuelo a sus pesares,

o compinches de momentos felices

en los otros milongueros que allí,

en ese lugar de paredes viejas enmohecidas

se dieron cita y trazaron en el suelo

sus amores y desencantos, su historia y su vida.

Gruñen y muestran sus dientes como bestias

amenazantes , crueles y despiadadas,

a punto de romper el delicado equilibrio.

La maldad encarnada, desprovista de emoción

desgarra una vez más la preciada vida,

arrojando desdicha y tristeza,

sepultando bajo pesados escombros de dolor

a hermanos que se enfrentan ciegamente.

Las heridas del pasado vuelven a sangrar,

en un ciclo perverso de enajenación.


viernes, 28 de enero de 2022

Sueño del olvido

No se si fue un sueño o un recuerdo,

o haber vivido a través de alguien,

de alguien que visitó la ciudad sin memoria.

Los laberintos de la mente son intrincados,

confusos y sus caminos llevan a oscuros,

impenetrables socavones y precipicios.

Las ventanillas poseen lajas finas de mármol,

como los templos medievales,

con una luz tenue y fantasmal.

De pronto una gran escalinata,

sube y desciende proyectándose

al infinito, al pozo de la nada y del todo.

¿Podré salir de este laberinto?,

salir al espacio sin muros,

sin rejas, ni penumbras.

No se si al despertar, 

recordaré esta dimensión,

de túneles sin salida.


domingo, 23 de enero de 2022

El niño y su barco de papel

El niño soñador dobla y construye

su barco de papel y lo capitaneará

en su largo viaje de aventuras.

Emprendiendo una travesía sin límites,

visitará mundos utópicos y fantásticos,

habitado por criaturas mágicas.

Durante su expedición atravesará 

mares llenos de vida bajo cielos radiantes,

de nubes divertidas y aves que cantan.

Con valentía tripulará su barco de papel,

atravesará tormentas, derrotará a las bestias,

sorteará peligros y hará leyenda.

El niño soñador no se detiene...

viernes, 21 de enero de 2022

Tiempo

Cae lentamente creando una pequeña duna

ese reloj de arena que arbitrario mesura

la vida, los momentos y los instantes.

Acaso regirse por la luz del astro rey

su ígnea presencia que persigue las formas

y traza el movimiento en el suelo

de todo lo activo y pasivo,

transformando todo lo que existe

en algo visible y tangible con su luz

no es suficiente?

Acaso la luna, espejo plataeado,

o dorado o rojo según la atmósfera

romántica y febril nocturna,

suspendida en el velo negro,

como dama seductora de la penumbra,

de la oscuridad impenetrable,

del silencio y la calma,

o del summum de los deseos incontrolables,

la vida bohemia o del eterno divagar,

no es suficiente?

Claro está para la temprana inocencia,

que juega y transcurre su vida sin afanes,

preocupaciones o pretensiones banas.

Claro está para el campesino y

el habitante de la naturaleza en su esplendor,

cuando el alba marca su despertar y labores,

y los ocasos las oportunidades de regocijo,

de compartir alrededor del fuego,

alguna bebida y alimento reconfortantes. 

Mas la vorágine atroz, circo patético,

escena cruel de la tragedia humana,

que activa los artilugios que pautan

el frenesí de la vida agitada,

que somete a su rigor despiadado,

los instantes, los momentos

para sentir, emocionarse,

y simplemente existir....


jueves, 20 de enero de 2022

Nací con alas

Nací con alas que nadie puede ver.

Las abro cuando quiero o involuntariamente

como un ave por instinto.

Uso el color, la música y las emociones

como viento que impulsa el vuelo.

Atravieso los ocasos y a las albas

lejanos que otros no alcanzan.

Además del espacio que percibimos

viajo en el tiempo a otros lugares

reales e imaginarios que lucubra

la mente que vuela sin cárceles,

sin fronteras, ni cadenas.

Nací con alas que nadie puede ver

y nadie podrá cortarlas jamás.

Y no viajo solo.....


martes, 18 de enero de 2022

La vida es como una calesita

decía el viejo mendigo en la feria,

aludiendo a sus años de gloria.

Y haciendo esta metáfora

se quedaba absorto en el movimiento,

continuo girar que por unos

minutos alegraría a algunos niños

y los padres que los acompañaran.

Nadie se percató de aquel niño tímido,

un chico que paseaba solitario,

como espectro inadvertido.

El viejo volvería a decir algo

al deterse, sugiriendo cuantos

han gozado de este corto viaje

llamado vida, como giro de calesita.

Recuerdos de color

Vagos recuerdos de mi niñez

tiñen la paleta de mis pinturas,

y perfuman mis memorias

como las flores del limonero,

cuyas espinas habrían de herirme

varias veces para purgar mis penas

¡oh! pobres pequeñas aves de corral,

seres nobles y tiernos,

cuyo cruel destino sería caer 

en nuestras manos de niños.

Las viejas cajitas de pañuelos,

convertidos en ataúdes,

secarían mi caudal de lágrimas

al verlos perecer, una y otra vez.

Las enormes acacias en flor,  

cúpula de rojo carmesí calado

de verde y azul.

Y esos robles amarillos y rosados

que cubrirían el suelo con sus pétalos

que conjugan la dulzura del campo.

Las veredas bordadas de flores de coral,

de buganvillas, crotos de colores y cayenas,

robando alguna para ofrecer con ingenuo amor. 

Los árboles de perita rosadas,  el dorado

de la lluvia de oro y campanillas,

caerían como serpentinas de fiesta.

Nacer entre rio, mar y cielo de infinitos

atardeceres y albas, enmarcados en postales

que solo viven la retina del niño aquel.

jueves, 13 de enero de 2022

Pelos en la almohada, 

unos ojos cristalinos y sinceros

un jadeo que busca juego,

ronroneos de amor y ternura.

Huellas de mis seres amados

sobre mi camisa blanca,

lamidos sorpresivos 

escarceos de cariño.

Cómo no amarlos,

cuando su ser nos llena

de la paz que ellos emanan.