El beso amargo de la despedida

El beso amargo de la despedida,
marcó mis horas e invitó a las sombras,
proyecciones imaginarias que revolotean
como los murciélagos del ático
en la casa abandonada,
ocupada por el ayer.

El beso amargo de la despedida,
es sello cruel de la soledad,
ninfa que merodea inquieta,
asaltando de improviso,
a la misteriosa imaginación,
como sombrero mágico de recuerdos.

El beso amargo de la despedida,
es apenas hoy una ilusión,
una infusión de amores y sinsabores,
un plato servido solo en la habitación,
irrumpida por espectros volátiles,
como humo de una llama en extinción.

La geometría de la maldad

Aristas filosas e hirientes,
verdades que lastiman profundamente,
cercenando la vida de un tajo,
truncando las promesas del mañana,
la sangre joven derramada,
corre como rios caudalosos,
que tiñen de horror el futuro.

Esquinas punzantes y dolientes,
razones oscuras de mentes malignas,
detienen el tic tac del reloj,
deteniendo el pulso vital,
ritmo que alguna vez animó,
cuerpos llenos de júbilo,
ahora son semillas del eterno dolor.

Geometría de la maldad extrema,
plan maquiavélico, fórmulas del terror,
hallen los dolientes el bálsamo que cure,
en esta fértil tierra, que llora sus hijos,
que divididos en legiones,
no cubren los campos con bosques,
mas se enfrentan como huestes de destrucción.

Oscura bebida que portas
en tu aroma, recuerdos del ayer,
memorias compartidas,
dulces y felices imágenes
que revivo en cada sorbo,
lo que el olvido no borró.

Aroma a montañas frescas,
luce brillante, el color de su origen
de la piel hermosa de sus colectores,
esos de ritmos y danzas tribales,
pero también de la nueva tierra
que cubrió para volver a nacer.

Amargo y perfumado,
elevas mi ser cuando te necesito
me transportas y me excitas,
nutres mi mente ávida de volar,
y en cada rincón que voy te encuentro,
en el pequeño café, tu y yo.

Apoderado de mis sentidos
rindo tributo a sus encantos
maduro, añejo, sabio...

Los años no han pasado en vano
sin dejar el rastro del sabor,
del perfume que es éxtasis.

La sabiduría adquirida,
las experiencias enriquecedoras
Tiñen su exquisito sabor.

Viejas historias por revivir,
muchos conocimientos de antaño,
te gozo a sorbos de placer.

Derrumbe, los viejos templos del arte,
hechos añicos como un jarro de porcelana
albergara en otrora obras de placer sublime
hoy son un despojo que yacen sin pena ni gloria.

Escombros, los pilares de la cultura,
un sismo no los derribaría,
más el desamor por los tesoros
una vez exaltados y adorados.

Trizas, los suelos y los muros
desprendidos y violentados,
multitudes de apasionados los visitarían,
convocados allí para soñar despiertos.

Destrucción, la cultura ha muerto,
enterrada viva, rasguño su féretro,
la sociedad ahora masa, no la lloró,
sobre su sepulcro, la semilla nace y reverdece...

Solo me queda bailar,
hasta que interrumpan la música.
En el baile vuelo a otra dimensión
que fuera de ella, solo hay
dolor y frialdad.

Solo me queda pintar
hasta acabar mis colores
y mi vista cansada soporte.
Esta existencia paralela es más alegre
y celebra la vida.

Solo me queda esculpir
hasta agotar la creatividad dada.
Las formas, espacios y volúmenes
nacidos de mi experiencia
con un mundo rico.

Solo me queda escribir
hasta que la lucidez lo permita.
Sonidos y signos, artilugio linguístico
tesoro de mi especie,
que en vano existió...

El holocausto

Sucumbo al dolor,
con mi mar moribundo,
este inmenso espejo azul.
Limpia mi horizonte
de obstáculos que limiten
mi íntima libertad.

Derrotado sufro,
al ver los árboles caer,
este frondoso bosque verde
que me oxigenó.
Sombra fresca que me protegió
del arduo calor en el estío.

Padezco profundamente,
toda esa vida silvestre masacrada
una familia enorme y rica
en colores y formas,
de la que orgullosamente soy parte
y me maravilla constantemente.

Presencio el holocausto
y sintiéndome frágil
desearía extinguirme
como la luz en la obscuridad...

Kawahivas

Kawahiva que vagas
entre árboles milenarios,
primitivos y naturales,
la amenaza de exterminio,
los acecha...
Oh! cruel y despiadado
es aquel entregado a la avaricia,
a la depredación sin límite.
Oh! injusta y desalmada
la nación que los ignora
y abandona.
Tantos hermanos mayores fallecidos
que alguna vez habitaron
este paraiso llamado Amazonía.

El ocaso

Con el ocaso, levantó su vuelo
Perdiéndose en la inmensa cúpula
una vez más vestida de luto, al final..
De un luto adornado,
de centellantes luces,
las últimas luces que ví,
en tus oscuras papilas,
Que como túneles infinitos,
me atraían para perdeme,
Y con el fin de tu efímera vida,
encontrase yo también,
Mis alas para volar...