domingo, 15 de marzo de 2020

Cuan irrisoria es esta superflua vida,
la superficialidad socavaba,
los sentires genuinos,
los valores verdaderos
y la manifestación del amor,
que se brinda sin contraprestación.

La banalidad choca ante el muro,
la sólida pared de la enfermedad,
antes el lujo sin mesura
y el despilfarro, la vida es una sorpresa,
una gran marea que nos sostiene
y nos hundirá sin avisar,

Detenido el ritmo desmesurado ,
la producción artificial y depravada,
¿sucumbirá la mentira de la usura?
¿claudicará la plástica vida?,
deteriorada por un agente natural,
que nos despierta de un maléfico proceder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario