miércoles, 22 de abril de 2020

Este fuelle entrecortado,
como el llanto que reprimo,
estas agudas cuerdas parecen
exponer más las heridas,
cuando el piano toca gravemente
el dolor profundo que duele.

Tango mio y de los bohemios,
canta mis cartas y mis desdichas,
entregado y abrazado a una mina,
nos consolamos mutuamente,
y si al recordar nos asalta el llanto,
juntos encontraremos sosiego.

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