lunes, 13 de abril de 2020

Cantan mis versos paganos
odas y elegías a la naturaleza,
en estas apacibles tardes otoñales
que acentúan esta melancolía,
esta triste y romántica manera de ser.

Rondan en mi mente estas líneas
susurradas a mi oido por la soledad,
compañera y testigo de mis sueños,
de alucinaciones y tribulaciones,
en esta transición, larga e incierta.

Cada imagen, cada palabra,
merodea como zorro en el bosque,
o emprende el vuelo como el ave
que huye hacia el horizonte,
donde el futuro se desvanece.

Expresar confusamente, llanto y júbilo,
como torbellinos inesperados
que levantan las hojas del suelo,
donde la vida aguarda y permanece,
reinventándose en un nuevo amanecer.









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