jueves, 1 de septiembre de 2022

El Placer

Juega con el viento que despeina su cabello,

mientras lo desenreda con sus dedos,

imagina figuras y seres fantásticos en las nubes.

Goza del perfume de la piel, de las flores y de las especias.

Un café, un chocolate son motivo para detenerse

y contemplar su humeante vapor

que baila con la respiración.

Embriagarse con el néctar de las uvas,

sucumbir al deseo del cuerpo y del instinto.

Bailar sin medida y volar como las notas

en el espacio que no vemos, pero experimentamos.

Saltar las olas, acariciar la espuma, 

nadar y salpicarse con el agua que la brisa esparce.

Mojar los pies en los riachuelos y lagos,

caminar sobre la hojarasca crocante en el suelo,

acariciar con las manos las suavidad del pelaje

de un perro amigo o dormirse con el ronroneo del felino.

Tomar el barro y sentir la fuerza creadora en tus manos,

o brindar un mimo al ser querido con un pan amasado.

Son todos placeres terrenales, inalienables,

tan sublimes, tan intensos, tan irreprimibles

no es necesario un cielo para vivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario