domingo, 12 de diciembre de 2021

Vivir sin tango, no puedo.

Rompen las olas la calma y el silencio,

desequilibrando el estado absorto

en el que me sumerjo forzosamente,

cuando lejos de la atmósfera encantada

donde mis oidos tanto como el resto de mi ser,

despierta, respira y se siente vivo.

¡Oh tango! que me hiciste tuyo,

que sin vos, sin tus abrazos y sin tus ritos

no se vivir, ni existir siquiera.

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