A que sabrá el veneno
extraído al herir la madre
que nos ha parido,
contaminando el agua que nos hidrata.
A que les sabrá el oro pesado
cuando este caiga dentro de las víceras
de los avaros.
A que sabrá la comida de plástico,
servida sin amor,
cuando su codicia ya haya exterminado
la vida en mares y campos.
A que sabrá la muerte lenta...
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