Navegué la topografía de tu cuerpo,
tus valles, mesetas y montañas,
me hundí en tus cavernas
y exploré tus frondosas selvas.
Olí las fragancias volátiles
que tu cuerpo emanaba,
cuando luego del sismo
tu cuerpo agitado sudaba.
Recorriste mi paisaje inundado,
no te perdiste jamás y seguiste,
seguiste los rastros y señas,
que mi ser te imploraba.
Usando tus sentidos e intuición,
esploraste en tempestades y calmas,
esperaste los ritmos de mi naturaleza,
nos fundirnos en el placer y en el deseo.
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