lunes, 20 de julio de 2020

La Amistad

Cuando nadando en las aguas agitadas,
mis fuerzas desvanecen en ese frenesí,
otros brazos fuertes me socorren,
una voz de aliento me anima a vencer,

Las adversidades de la vida,
como ráfagas de viento me arrojan,
y los golpes azotan la carne,
un cuerpo me escuda y protege.

Quienes llegan al final de su camino,
llevándose consigo las fuerzas,
cae la tormenta y cegado en mi llanto,
un silencio en un abrazo eterno me consuela.

Al alcanzar la tan anhelada cima,
al sobrepasar las barreras infranqueables,
mi ser lleno de júbilo desbordante,
alguien celebró conmigo enorgullecida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario