La efímera espuma del mar,
adorna las crestas de las olas,
bailarinas juguetonas que seducen,
amores pasajeros, caricias tentadoras
hundiéndonos en arenas blandas,
como carnes que atrapan
dónde se pierden nuestros pasos.
¡Oh! brisa del mar que refresca,
levanta los cabellos y los velos,
revela la codiciada verdad,
que mis sentidos anhelan,
descubre y acaricia el fruto,
que mi gusto ha de probar
y embriagarse en su dulzor.
Reflejos evanescentes y oníricos,
el sol radiante dibuja las siluetas,
que la noche celestina unió,
en un climax absorvente,
cuando las ansias se unen
en un frenesí agitado,
como este mar que nos bañó.
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