Y yo he criado a mis perros y gatos como mis hijos,
somos una camada, somos una jauría,
su vestigio salvaje me hace primitivo
y su doméstica manera de ser, civilizado.
Mis gatas y mis perros, me recuerdan
lo bella y magnífica que es la naturaleza,
lo sabia que es, de donde venimos
y lo ínfimos que somos como civilización.
Mis perros y mis gatos son mis hijos
y de ellos recibo mucho amor,
en su ingenua felicidad, me hacen feliz,
en su naturalidad, me hacen aún más feliz.
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