sábado, 12 de enero de 2019

El holocausto

Sucumbo al dolor,
con mi mar moribundo,
este inmenso espejo azul.
Limpia mi horizonte
de obstáculos que limiten
mi íntima libertad.

Derrotado sufro,
al ver los árboles caer,
este frondoso bosque verde
que me oxigenó.
Sombra fresca que me protegió
del arduo calor en el estío.

Padezco profundamente,
toda esa vida silvestre masacrada
una familia enorme y rica
en colores y formas,
de la que orgullosamente soy parte
y me maravilla constantemente.

Presencio el holocausto
y sintiéndome frágil
desearía extinguirme
como la luz en la obscuridad...




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