jueves, 24 de enero de 2019

El beso amargo de la despedida

El beso amargo de la despedida,
marcó mis horas e invitó a las sombras,
proyecciones imaginarias que revolotean
como los murciélagos del ático
en la casa abandonada,
ocupada por el ayer.

El beso amargo de la despedida,
es sello cruel de la soledad,
ninfa que merodea inquieta,
asaltando de improviso,
a la misteriosa imaginación,
como sombrero mágico de recuerdos.

El beso amargo de la despedida,
es apenas hoy una ilusión,
una infusión de amores y sinsabores,
un plato servido solo en la habitación,
irrumpida por espectros volátiles,
como humo de una llama en extinción.


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