El oleaje dio ritmo a los pasos
La arena cubrió los pies desnudos
Animados por una música poderosa
El fuego encendido congregó la tribu
De humanos que volvieron a serlo
La tierra vibró con ellos
Se tomaron de sus cuerpos
Las aves dormidas del paraíso
Les permitieron volar y aterrizar
Aquí en esta tierra que los hizo feliz
Vibración, percusión y viento
La música brotó como manantial
Que lavó la impureza del odio
Y como un nuevo génesis
Originales compases los rebautizó
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