Las románticas plazas del barrio,
las fuentes y sus veredas arboladas,
los suelos y barandas pulidas
por el tránsito ceremonioso de los amantes
que ahí se frecuentaban
bajo la luz plateada de la luna serena
y las farolas de fierro forjadas.
Las románticas plazas del barrio,
rodeadas de fachadas ornamentadas
en tiempos de antaño construidas
por los visionarios de patrias pudientes,
las avenidas que la circundaban
se proyectaban hacia el horizonte
donde el mar o el rio las truncase.
Las románticas plazas del barrio,
epicentro de la vida de la masas
enardecidas en tiempos violentos
han visto arder las llamas,
ha sido testigo de las proclamas
de los escudos y las banderas
que flamean con el viento.
Las románticas plazas del barrio
laten como un corazón vivo,
son las páginas abiertas de la historia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario