Sigo maravillándome por los patrones y diseños
de las hordas de aves migratorias,
danzando en el aire con gracia orgánica o geométrica.
Cuan distinta es la ruta de dolor y sufrimiento,
de las migraciones de los seres silvestres,
al perder su hábitat por la catástrofe y la avaricia.
Cuan disímil es la cadena de penas y lamentos,
de los grupos migratorios que escapan de la guerra,
de los desastres naturales o de la desigualdad.
Que distinto eran antaño las historias,
las fantásticas narraciones y epopeyas,
de las tribus nómades, de aventureros y exploradores.
La migración tiende a ser un camino tortuoso
donde se desgarra el corazón.
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