Los caminos conducían a un mismo destino
el viento circulaba entre los túneles
bajo las montañas socavadas
produciendo voces, susurros y música de otros tiempos.
La luz viajaba y ese espectro azulado
se acercaba como un ave que posaba en las copas
mimetizándose con su plumaje entre las hojas
rojo como una brasa cuando llegaba a su destino.
Allá lejos donde las líneas convergen
perdieron todos sus equipajes
todo era borroso e indescriptible.
En la arena blanda de la playa
las olas borraban las huellas
único vestigio pulcro de los viajantes.
La estrella del alba perdió su brillo
allá en el confín donde lubrican los sueños
y los caminos conducen al mismo destino.